martes, 16 de junio de 2009

Mi revolución

Leyendo y leyendo se encuentra uno con infinidad de recetas y contrarecetas de como hacer una revolución, que hacer para que la revolución avance y entendiendo la revolución, pero cuando quieres saber que hacer después de la revolución hay un vacio casi total. Salvo los ejemplos claro esta. Entonces me doy cuenta de que la revolución se planeo originalmente para acabar con una situación que era insoportable y que había llegado a su fin. Esto nos lleva plantear que antes de que la revolución comenzara había un plan posrevolución, díganme que si por favor.

Bueno, es ese proyecto de país o de sociedad el que no comienza, porque pareciera que vivimos haciendo revolución y no puede ser porque entonces va a aparecer otra revolución que trate de salir de la anterior buscando cumplir los objetivos que esta no cumplió, es decir, la construcción de un modelo de sociedad más justa. El hombre nuevo nace de esta nueva sociedad, no es posible esperar que la sociedad se construya después que surja el hombre nuevo. No es convencer a la gente de que el socialismo es un modo de vida más humano o mejor para la crianza de nuestros hijos es demostrarlo con hechos, con ejemplos, con obras.

Siempre he creído en lo inútil de la propaganda electoral, cuando la gente siente los efectos de un buen gobierno, por el contrario cuando se han cometido errores se hace necesario el pan y el circo. No es que no podamos cometerlos, pero reinteradamente ya es otra cosa. Creo en el Socialismo como forma de vida, creo por herencia y por vivencia, pero también creo que se construye con gente capaz no sólo convencida, con gente honesta no sólo vestida de rojo, con gente que disienta y aporte no sólo que diga no importa. La pérdida de la esperanza se transforma en resentimiento y el resentimiento en rabia y la rabia al final se transforma en otra revolución.


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