martes, 8 de diciembre de 2009

Señor Presidente:

Usted representa la esperanza de un pueblo cansado de los viejos modelos políticos que se mantuvieron en este país durante décadas, pero representa además la esperanza de muchos que vieron renacer en este proceso las banderas de justicia social que se exhibieron por última vez en Presidencias como la del Dr. Salvador Allende. Usted no llegó al cargo que hoy ocupa por la suma de méritos personales, sino más bien por la suma de méritos de decenas de hombres y mujeres que han sido mártires por las reivindicaciones de la izquierda durante años.

Es tiempo de que se desmientan todas las acusaciones que contra Usted y su equipo de Gobierno se están haciendo: Ministro hermano de banquero corrupto, presidentes de Bancos Públicos que conocían la realidad de los bancos intervenidos, informes que señalan reuniones a puerta cerrada que buscan conciliar los distintos grupos de poder que lo rodean, solicitudes de investigaciones profundas al gobierno?. Son estas las preguntas que esperábamos que se hicieran 10 años después de su elección?. Le aseguro que no. Usted es un servidor público, debe rendir cuentas por Usted y por su familia; Usted es el representante electo de un sueño llamado socialismo, debe rendir cuentas a los hombres y mujeres que dieron su vida para que Usted ocupe hoy ese cargo; Usted pasará a la historia, hágalo por la puerta grande, la de los héroes.

Pero si a pesar de esto, no existen respuestas valederas, distintas al desconocimiento, permita que otro hombre u otra mujer prosiga con este proceso, no permita que el sueño se esfume y debamos esperar otros 40 años para que la gente vuelva a creer con esperanza, que son ciertas premisas como las de la igualdad de oportunidades y el bienestar colectivo. Usted tiene la palabra, nos la debe.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.