lunes, 12 de abril de 2021

Decálogo del Buen Ciudadano

¿Por qué fracasan las naciones en su ruta hacía el desarrollo? esta es la gran pregunta que se realiza Víctor Lapuente en su libro Decálogo del Buen Ciudadano. La respuesta se encuentra en los valores, la moral y la ética de sus ciudadanos. Este tema tan complejo lo sintetiza en diez premisas, cada una de ellas con sus correspondientes matices contextuales.

1.- Busca el enemigo dentro de ti

"La línea que separa el bien del mal, no pasa entre Estados, ni entre clases, ni entre ideologías, sino que atraviesa el corazón de cada ser humano".  Solzhenitsyn.  

La actual es la época de mayor opulencia de la historia, al mismo tiempo la de mayor angustia psicológica, y la de mayor caída  de la confianza del individuo en sus instituciones y en las demás personas. Una opulencia sin satisfacción, personas huérfanas de sentimientos en una época narcisista (se estima un 30% de aumento en el narcisismo); una época en la cual se debe buscar el enemigo dentro de nosotros no en los otros.

2.-No te mires al espejo. 

"El orgullo es la fuente de todas las enfermedades, porque es la fuente de todos los vicios. Es temible aun en el bien que hacemos, y el deseo de la aprobación y de la gloria, destruye lo que pudiéramos hacer de más glorioso o digno de aprobación". Agustín de Hipona. 

El narcisismo ha sido fomentado por ideologías, tanto de izquierda como de derecha. La idea básica del Neoliberalismo: la avaricia es buena y perseguir el fin de la vida sin consideración a los demás es la meta a alcanzar. Esta es la mitad del problema. La otra mitad  es de la izquierda. Si la derecha ha matado a Dios, la izquierda ha matado a la Patria. Siguiendo el individualismo extremo, el Estado es dispensador de derechos pero no de obligaciones. Las grandes ideologías, sobre todo desde la izquierdista Revolución del 68 y la derechista Revolución del 69 (año de despegue del neoliberalismo), han fomentado el individualismo y abandonado los viejos ideales colectivos.

3.- Agradece. 

"No es posible para un solo hombre llegar al conocimiento de todas las cosas mediante su razón individual. Es por eso necesario para el hombre vivir en multitud". Tomas de Aquino.

Todos llegamos a este mundo beneficiándonos  del trabajo de mucha gente. Resalta la importancia del agradecimiento y la cooperación.

4.- Ama a un Dios por encima de todas las cosas.  

"Algo que no podemos ver nos protege de algo que no entendemos. Ese algo que no podemos ver es la cultura y lo que no entendemos es el caos que dio origen a esa cultura. Si la estructura de la cultura se ve interrumpida sin darnos cuenta el caos vuelve". Peterson.

Dios no es un medio sino un fin en sí mismo. Dios existe para que nadie se crea Dios y todos seamos iguales y todos somos responsables ante la comunidad. Si no tenemos un Dios unipersonal se crea una soledad y un vacío espiritual que es necesario llenar con algo. Ese algo puede ser Dios o la Patria, algo más grande que nosotros. Esa idea se ha perdido y es necesario recuperarla. 

5.- No adores dioses falsos. 

"Por tanto, en el momento en que todos los pueblos oyeron el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita, y toda clase de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor  había levantado". Libro de Daniel, la Biblia.

El abandono de la idea de una religiosidad genera la búsqueda de llenar el vacío de la soledad mediante la política. La religión es una cura para el alma o una droga para el ego. Se buscan soluciones fáciles porque el sentimiento es de orfandad frente a la propia identidad: Una falsa patria del lado del populismo y el fundamentalismo religioso del otro lado. 

6.- Dar a Dios lo que es de Dios y al  Cesar lo que es de Cesar. 

"Loco es aquel que lo ha perdido todo menos la razón". Chesterton. 

La sacralización de la política es el resultado del abandono del Dios o de la Patria. Somos ateos tanto en la derecha como en la izquierda. Esa búsqueda de alivio a la soledad y  vacío espiritual desemboca en el Totalitarismo. Las discusiones políticas se han convertido en discusiones religiosas. Hemos pensado que podríamos rellenar el vacío espiritual que nos dejó el abandono de los viejos dioses (el cristiano o el patriotismo) con placeres materiales, pero los seres humanos somos la única especie que busca un sentido a la vida. Somos Homo Religiosus más que Homo Economicus. Y, sin una creencia en algo que nos trasciende, vivimos angustiados, temerosos de no vivir lo suficiente, no ganar lo suficiente, no tener la fama suficiente.

7. Cultiva las siete virtudes capitales: coraje, templanza, prudencia, justicia, amor, fe y esperanza. 

"Ningún legado es tan rico como la honestidad". Shakespeare. 

Las virtudes paganas y las virtudes cristianas se complementan. Son un compendio para ser buenos ciudadanos. El que se reconoce responsable de sus problemas (y de los de la sociedad).  El que sabe entender que el mal, y no sólo el bien, están dentro de él o ella. El que, consciente de sus limitaciones, de la finitud de su vida, decide luchar por el bienestar de la de los demás y las generaciones venideras. Y el que cultiva lo que llamo las siete virtudes capitales: coraje, templanza, prudencia, justicia, amor, fe, y esperanza.

8. Ponte en la cabeza de tu adversario.  

"Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Actuando así hará que se avergüence de su conducta". Proverbios.

Creo que tanto los (neo) liberales como los (neo) progresistas si los podemos llamar así han “sacralizado” sus posturas. Ya no discuten, como antaño, los pros y contras de subir o bajar impuestos, sino que intentan derrotar al adversario (más bien enemigo) y, contra el enemigo, todo vale.Tanto unos como otros no entienden la política  como un espacio pragmático, sino una gran contienda cósmica entre creencias. Y, si tú eres del bando rival, nada de lo que me digas podrá hacerme cambiar de opinión. Eres Satán.

9.- No te sientas víctima.  

"Nada nos sucede que la Naturaleza no nos haya preparado para sobrellevar". Marco Aurelio.

10. Abraza la incertidumbre

"Todas las cosas humanas son cortas y perecederas...la tierra, con sus ciudades y gentes, sus ríos y su mar, no es más que un mero punto en comparación con el universo". Seneca. 

Vivimos planeando todo y en realidad no controlamos nada. Es una crítica contra el empoderamiento. El poder embriaga y puede ser muy negativo. Los dioses vuelven loco al mortal que acumula mucho poder. Le inyectan hybris, la enfermedad de la desmesura, el impulso a transgredir todos los límites.

*Víctor Lapuente es profesor en el Quality of Government Institute de la Universidad de Gotemburgo. Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de Oxford y doctor miembro del Instituto Juan March.



sábado, 3 de abril de 2021

Cambio organizacional en tiempos de pandemia

Según un estudio realizado por Franco (2013), el cambio organizacional puede ser difícil y consume tiempo. Muchas organizaciones hacen los cambios necesarios, pero el fracaso es también algo común. Hay una evidencia considerable de que las organizaciones adaptables y flexibles tienen una ventaja competitiva sobre las organizaciones rígidas y estáticas. La globalización de los mercados, la difusión de la tecnología de la información y de las redes de computación, cambios en la naturaleza de la fuerza laboral empleada por las organizaciones, y ahora una pandemia en continua evolución. Es importante distinguir entre el cambio que inevitablemente ocurre en todas las organizaciones, del cambio que planean en forma deliberada los integrantes de la organización.

El cambio organizacional planeado, representa un esfuerzo intencional de equipos técnicos administrativos y pedagógicos para mejorar el funcionamiento en forma importante de equipos, departamentos, divisiones o de toda la organización. Hay dos enfoques radicalmente diferentes para alcanzar el cambio organizacional: el primero es el económico, y el segundo es el desarrollo organizacional, cada enfoque está guiado por un conjunto diferente de supuestos sobre el propósito y los medios para el cambio.

Independientemente del enfoque, todos los esfuerzos exitosos de cambio comparten características comunes. Entre los programas de cambio eficaces pueden figurar objetivos como la motivación el cambio creando una disposición favorable para éste entre administradores y empleados y, tratando de superar la resistencia;  la creación de una visión compartida de la situación futura deseada por la organización; el respaldo político para los cambios necesarios; manejo de la transición del estado actual al estado futuro deseado, y  mantener el impulso para el cambio, de modo que se realice en su totalidad.

De igual forma, las condiciones necesarias para realizar con éxito los programas de cambio requieren que los integrantes de la organización sean la fuente fundamental de energía para el cambio, no alguien externo al equipo u organización; los miembros clave de la organización deben reconocer la necesidad del cambio y sentirse atraídos por los resultados potencialmente positivos que se desprenden del programa de cambio;  debe existir una disposición para cambiar normas y procedimientos. Estos programas y las condiciones necesarias para ellos son similares en ciertos sentidos, el cambio debe proceder de dentro de la organización. 

La gente debe estar consciente de la necesidad del cambio, creer en el valor potencial de los cambios, y estar dispuesta a modificar su conducta con el fin de volver más eficiente el equipo, departamento u organización. Como en todo proceso organizacional, un diagnóstico correcto y preciso de los problemas es absolutamente esencial como punto de partida para el cambio organizacional planeado. La información necesaria para diagnosticar los problemas organizacionales puede reunirse mediante cuestionarios, entrevistas u observación de los registros de la organización y, por lo general, se utiliza alguna combinación de estos métodos.

sábado, 20 de marzo de 2021

Pandemia, un impuesto de la economía a la pobreza

Quiero compartir con ustedes una síntesis de este articulo de Pérez(2020), denominado Migraciones y Pandemia. Creo que se requiere regresar a las investigaciones fundamentadas como esta. No tiene desperdicio: 

La historia de la humanidad demuestra que las poblaciones siempre han sufrido la presencia de las enfermedades infecciosas. Se cree que alrededor del año 10000 a.C la viruela ya estaba presente en los primeros asentamientos neolíticos del norte de África (Spaulding, 1984). De igual modo se piensa que el sarampión podría haber empezado a afectar a los seres humanos cuatro milenios antes de Cristo. Otros hitos históricos como la muerte del faraón Ramsés V a causa de la viruela el año 1157 a.C dan cuenta la longevidad del vínculo entre humanidad y enfermedades infecciosas (Hopkins, 1980). Del periodo clásico destacan cuatro grandes brotes epidémicos: La plaga de Atenas, la epidemia Antonina, la peste Cipriano y La plaga de Jutiniano (Gozalbes Cravioto y García García, 2014).

En los comicios del periodo medieval, siglos IV y V d.C, acontecieron los primeros brotes de viruela en Asia. La entrada en contacto del recién creado estado insular de Japón con el pueblo coreano supuso la entrada de la enfermedad en la isla. La viruela Japón se desato en sucesivas epidemias que produjeron la muerte de cerca de un millón de personas (B. L. Walker, 2017). Posteriormente desde China se propagó por todo oriente a manos de las campañas bélicas del imperio huno y más tarde el mongol.

La lepra junto con la peste, quizá sean dos de las enfermedades más icónicas del periodo medieval. El origen de la lepra es incierto, aunque se han encontrado indicios de lepra en momias egipcias del siglo II a.C (Rius et al., 2019). La lepra desapareció de Europa en torno XV localizando sus últimos reductos en Noruega. Esta misteriosa desaparición se asocia a la llegada de la peste, la cual pudo haber arrasado con la población enferma de lepra (Soto-Perez-de-Celis, 2003) La pandemia de Peste bubónica también conocida como muerte negra ha sido hasta el momento el episodio infeccioso más letal de la historia de la humanidad. En apenas tres años (1347 and 1351) la epidemia diezmó la población europea provocando la muerte de al menos a dos tercios de sus habitantes.

Ya en la Edad Moderna, la llegada de los europeos al continente americano, uno de los hitos que marca el principio del periodo moderno, tuvo graves consecuencias en términos sanitarios. Junto a exploradores y esclavos viajaron gran cantidad de enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue, el tifus, la fiebre amarilla, la viruela, la gripe o la peste (Hudson & Ethridge, 2002). La viruela se estima que fue la responsable de acabar con la vida del 90% de la población nativa de centro América (Gozalbes, C., García G., 2014; McNeil, 1998). El desarrollo industrial de la modernidad impulsó la proliferación de núcleos urbanos caracterizados por deficientes condiciones higiénicas y de hacinamiento que combinado 17 con el frágil estado de salud de los obreros industriales supuso un campo fértil para la aparición de enfermedades como la tuberculosis, la viruela o la peste (Soto-Perez-deCelis, 2003).

El siglo XX fue testigo de dos de las pandemias más letales de la historia, Gripe Española y el Sida. A comienzos de siglo XX en el contexto de la primera guerra mundial el desplazamiento de las tropas americanas propago alrededor del mundo un virus gripal. Posteriormente designado como la Gripe Española acabo con la vida de unos 50 millones de personas, cinco veces más muertes que las causadas por la propia guerra (Taubenberger & Morens, 2006). El Sida sigue en activo y es responsable de la muerte de más de 40 millones de personas desde el momento de su detección, a principios de los 80 (Byrne 2008). Hoy en día, la mayor parte de los contagios se dan en la región del África Subsahariana.

A partir del año 2005, se ha activado el protocolo de la OMS, para Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional, en cinco ocasiones: la pandemia de Gripe A en 2009, brote de polio en 2014, la epidemia de Ébola en África occidental de 2014, el brote de Zika en 2016 (Ministerio de Sanidad, 2009) y por último la actual pandemia de COVID-19 en 2020. De las cinco, solo dos han sido elevados a la categoría de pandemia, la Gripe A, causada por el virus de influenza (H1N1), y el COVID-19. Contrario a las anteriores, estas dos ultimas, demuestran una capacidad de transmisión que no entiende de barreras ambientales, ni diferencias socioeconómicas, logrando en ambas una rápida propagación a nivel mundial.

Las enfermedades infecciosas se distribuyen en el mundo de manera desigual. Esta incidencia desigual responde principalmente al factor económico. De tal forma que, en los países de ingresos altos apenas aparecen las enfermedades infecciosas entre las principales causas de muerte. La mayoría de estas enfermedades pueden prevenirse, sin embargo, no han sido suficientemente consideradas en la agenda médica internacional (Aagaard-Hansen & Chaignat, 2010). El Chagas, por ejemplo, es una enfermedad que se estima que afecta a 6 millones de personas y provoca una mortalidad de 14000 muertes al año (PAHO, s.f). 

Esta enfermedad lleva tratándose con los mismos medicamentos desde los años 70, algunos de los cuales generan efectos adversos en un 50% de los casos. Este atraso en la falta de tratamientos eficaces sale a relucir cuando se advierte que menos del 10% de los artículos relacionados con la enfermedad corresponde a ensayos clínicos (Monge-Maillo & López-Vélez, 2017). Si se consideran en conjunto las muertes a nivel mundial causadas por la tuberculosis, la malaria, el sida y las enfermedades diarreicas, en el transcurso de un año, éstas suponen más del doble de las causadas por la actual pandemia. Y sin embargo no han recibido ni una fracción de la atención dedicada al coronavirus.



jueves, 18 de marzo de 2021

Una mirada a los escenarios del futuro vistos desde 1998

En 1998 Canelón y González publicaron un artículo denominado El modelo político puntofijista, desarrollo, agotamiento y perspectiva,  23 años después podemos revisar las conclusiones y compararlas con el escenario actual: 

"Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones, ¿Cuál es el futuro del sistema político venezolano? Por mucho que pueda intentarse extrapolar las tendencias estudiadas, es obvio que toda respuesta a esta pregunta tiene que tener algo de especulación. El estado del arte en las ciencia sociales en la actualidad, no da para mucho. En todo caso, podemos arriesgarnos a aventurar al menos tres escenarios:

En el primer escenario, se produciría un proceso de cambios graduales, pero más o menos concertados, dirigidos a echar las bases de un nuevo sistema político y de un nuevo modelo de desarrollo, que suplantarían definitivamente al esquema puntofijista. La implantación de estos cambios se haría enfrentando el fuerte antagonismo de las élites tradicionales que aún manejan buena parte de los hilos del poder. Esto producirá fuertes conflictos, que sin embargo se solucionan dentro de un esquema democrático, en el cual nuevos actores se unirían con sectores disidentes de las élites tradicionales para no producir grandes traumas, llegando incluso a realizar concesiones en algunos puntos. El nuevo proyecto estratégico a desarrollar se caracterizaría por el establecimiento de una democracia liberal más participativa, la profundización de la reforma del Estado y de la descentralización, y por el desarrollo de un sistema económico más abierto y competitivo, aunque con un importante contenido social.

El segundo escenario, se caracterizaría por el triunfo de una alternativa anti-sistema, conformada por actores emergentes, críticos del status quo, que le darían al proceso de cambios un carácter radical y veloz. Esto produciría un conflicto de tipo antagónico entre estos nuevos actores y las élites tradicionales, razón por la cual prácticamente no habría espacio para soluciones de compromiso. En este caso el proyecto estratégico tendría un carácter democrático-popular, y con acentuados rasgos autoritarios y nacionalistas.

En lo que respecta al sistema político se produciría la sustitución parcial o total de las instituciones liberales típicas, por otras que posiblemente tengan un carácter corporativo, a través de la cual se daría pie a la participación directa de los nuevos actores sociales en la gestión pública. La descentralización se profundizaría, pero bajo nuevos esquemas, a través de los cuales se establecerían ciertos controles a los gobernantes locales y regionales. En cuanto al modelo de desarrollo, podría decirse que se caracterizaría no por cerrarse totalmente a las políticas de apertura y reforma económica, sino por aceptarlas, pero de manera selectiva y discriminada, haciendo más lenta la integración del país al proceso de globalización.

El tercer escenario, se definiría por el triunfo de la opción conservadora, que procuraría extender en el tiempo la vigencia del pacto de Punto Fijo, tratando de adaptarlo a las nuevas circunstancias políticas, sociales y económicas del país. Para lograr esto tendría que producirse un reagrupamiento de las élites tradicionales, pero éstas tendrían que apoyarse en un liderazgo carismático que les diera suficiente legitimidad, si tomamos en cuenta que el panorama está signado por el continuo aislamiento de aquéllas del sentimiento mayoritario de la población.

De todas formas, en el aspecto político se continuaría con la descentralización y se llevarían adelante varias reformas puntuales –todas dentro del esquema de un proyecto democrático liberal poco participativo– que, sin ser fundamentales, serían de cierta profundidad, para satisfacer, de manera limitada, las demandas de los nuevos actores sociales y políticos, y darle mayor legitimidad al agotado esquema puntofijista. En cuanto al modelo de desarrollo, se apoyaría sin mayores inconvenientes continuar las políticas de apertura y reforma económica, dándole incluso una mayor velocidad de la que podría sospecharse.

En esta opción se produciría, eventualmente, el desmantelamiento de las fuerzas del cambio (que ya empezó, de alguna manera, con el segundo gobierno de Caldera), y el gran peligro es que se caiga en un período de deterioro social e institucional progresivo, y que el desprestigio de las élites tradicionales prepare nuevamente el terreno para la reaparición de fuerzas políticas que propugnen una ruptura violenta del orden institucional".

“Aquel que no conoce su historia está condenado a repetirla

martes, 26 de enero de 2021

La vida en Pandemia

No está fácil para algunos, y es que fueron 180 grados. Un viraje completo que nos agarró desprevenidos. Algunos luchan por mantener el estado anterior de las cosas, y hasta sacan algún provecho de ello. La verdad es que nada será igual otra vez.  Hay gente que se fue para no regresar, ya no es un lujo mostrar lo bien que la estás pasando, sino que demuestra tu falta de empatía y solidaridad con los millones que sufren. Salud física y salud mental son ahora tus prioridades. Cuando se pierde cualquiera de las dos, el desequilibrio interno se hace presente, y si a eso le sumas el desequilibrio externo ya existente, te quedas como perdido, como colgado, esperando que algo suceda.

Ciertamente, la pandemia no afectó a toda la gente en la misma medida, lo cual demuestra que la desigualdad siempre existió, que era mentira la pose de equidad, de asistencia para los más pobres, porque cuando la necesidad se hace presente unos sacan de sus ahorros en lo que tu quieras, pero ahorros al fin; mientras que otros recurren a la beneficencia de un Estado desdibujado, sin preparación para atender primero la pandemia y segundo la gran crisis económica y social que viene junto a ella. Dos sociedades conviven en este momento, cualquier película de ficción.

Supongo que muchos ya hicieron este análisis y sacaron esta cuenta, yo no la había hecho, siempre llego como tarde. Llegar tarde significa que estás retraído pensando en otras cosas. Sí, yo he estado muchos años pensando cómo ayudar a mi hijo, cómo sacarlo de ese estado, hasta que llegué a la aceptación. Escribí un libro de esta batalla, la cual finalmente perdí. Creo que en ese caso no es aceptación, la palabra que cabe, aunque duela, es derrota. Me venció la esquizofrenia y la Olanzapina demostró que sin tener nada a su favor era suya la victoria.    

Si hay algo  que me enseñó esta situación es la necesidad de ser honesto con uno mismo. Siempre he sido una persona solitaria y sola, por motivos que no vienen al caso. Resulta que en este momento lo más importante, para las personas que no tienen esa protección en ahorros, es una red de amigos y conocidos que quieran apoyarte. Publiqué el libro de mi hijo como una súplica hace muchos años, nunca tuve una respuesta positiva. A la gente no le gusta la desgracia, piensan que es contagiosa. Hasta los algoritmos de Google huyen de esto. 

Nunca tuve muy claro el ¿Qué? saben  de las cinco peguntas básicas que te enseñan para triunfar, por eso siempre tomaba la decisión equivocada y llegaba tarde a la correcta. Los amigos ayudan mucho a ser asertivos porque sus historias nos facilitan el camino. Ese era el objetivo del libro contarle a la gente que sí y que no de esa enfermedad tan terrible. Ese grado de rechazo no se debe a la enfermedad, sino a la falta de un pronóstico positivo. No tiene cura.