El
siguiente trabajo de investigación tiene como propósito exponer lineamientos que propicien, preserven y den
sostenibilidad a la participación social en el
contexto de la Sociedad Civil, dando vida al precepto que establece que la
sociedad es una copia cuyo modelo ideal es la comunidad. El
desarrollo es local y comunitario o no es desarrollo, por lo tanto el tema
fundamental es que los ciudadanos sean protagonistas activos de la solución de
sus propios problemas y de la satisfacción de sus necesidades.
Se encuentra aceptado en todas las esferas que
las necesidades humanas y el desarrollo son componentes de una ecuación
irreductible y aún más, dentro
de las teorías del desarrollo se presentan algunas que reivindican la capacidad
de los propios pueblos para decidir, orientar y manejar su propio desarrollo. De
esta manera, el desarrollo comunitario circunscribe el desarrollo a un espacio local
determinado, así como el hecho de su
concepción y materialización a la comunidad
interesada.
La Sociedad Civil es un
concepto en evolución y contextualizado. El Estado, el mercado y la comunidad
constituyen limitantes y complementos, cuyo comportamiento afecta y se ve
afectado por la Sociedad Civil. Particular énfasis se realiza sobre la comunidad,
como estructura superior a la Sociedad Civil, y que involucra valores opuestos
y en constante contradicción con esta última. El tránsito desde valores individuales hacia
los colectivos pasa por la participación como proceso activo y voluntario en la
toma de decisiones.
Existe consenso en
que el énfasis no lo tiene la pertinencia e importancia de la
participación, ya que ambas características están por demás demostradas, sino
en la forma de alcanzar niveles óptimos de participación y la necesidad de mantenerlos
en el tiempo. Ante esta nueva realidad y conformación de actores, el Estado
debe revisar su papel en la promoción de la participación de la población, por exigencia de la Sociedad Civil, a los
fines de reafirmar su legitimidad y representatividad, como actor fundamental
del desarrollo.
(*) Ana Maraboli. Economista.