jueves, 7 de agosto de 2014

¿Por qué se perdió la participación?

La democracia de este siglo, especialmente la venezolana, tenia una singularidad se auto denominaba protagónica y participativa. Se creó y se promulgó, el margo legal que le diera forma y fondo a estas dos características. Se dispusieron de los recursos necesarios para sacar adelante el proceso bajo estas premisas. Al cabo de de siete años, un rotundo fracaso. 

Entiendo que los analistas en su mayoría opinan que la idea es el cambio gubernamental, una vez terminado este período, y un viraje nuevamente a la situación económica y social del país. Sin embargo, pocos van al fondo de este asunto, y es que  todos somos culpables por acción o por omisión de nuestra situación actual, permeada de corrupción y anarquía administrativa. 

Fuimos permisivos cuando dejamos que nuestros cociudadanos hicieran uso de nuestra voz en sesiones comunales, fuimos permisivos cuando los dejamos manejar los recursos que le pertenecían a toda la comunidad, sin presentar una simple y rasa rendición de cuentas, y fuimos todavía mas permisivos cuando al enterarnos de uno que otro desliz financiero, no hicimos las denuncias respectivas porque se trataba de un familiar o un vecino.

Efectivamente se le dio poder al pueblo, pero el pueblo no supo que hacer con ese poder, salvo inventar e innovar nuevas y mejores formas de desfalcar al Estado. No digo que el Estado no haya sido culpable, porque por el contrario lo fue. Fue culpable cuando colocó en puestos de poder a personas sin formación académica, ni compromiso ideológico (en este país habían personas con este perfil); fue culpable cuando no le dio seguimiento a los recursos otorgados y acompañamiento a las nuevas formas comunales que iban surgiendo producto de su quehacer; y fue, aun más culpable, cuando habiendo detectado irregularidades, no otorgó la sanción correspondiente.

No me queda ninguna duda de que este proceso así concebido, con miras a fortalecer la participación y la corresponsabilidad social mediante la promoción de la participación ciudadana, se perdió; sin embargo, esto no pasó por fallas en el modelo, el modelo de Gestión Participativa sirve, sino por la profunda herencia cultural de nuestro pueblo la cual debe ser revisada, analizada y corregida antes de volver a otorgarle el poder al pueblo para manejar su destino.