miércoles, 17 de junio de 2009

Las declaraciones del PSUV

Se dio la noticia sobre las actualizaciones del PSUV: 2 millones 227 mil 627 militantes actualizaron sus datos. Si esta cifra no llama la atención, entonces no se que esperar. Pero hay quien alerta y aquí en calientico esta una de esas opiniones. Mientras exista gente que diga seguimos bien. Vamos a andar.

También debo mencionar los comentarios que sobre el encuentro de intelectuales hizo el Presidente en su programa. Cada vez los artículos son más claros, las respuestas más contundentes. Francamente creo que es muy difícil decir " me equivoque", pero este proceso no es la esperanza de unos o un problema de alguno, trate de escuchar a los otros, porque sino no sólo serán las vacaciones o los descansos en sus días domingos los que se habrán perdido.

Por último, quiero sangrar por la herida, no existe en este país otra gente capaz que pueda manejar al Metro de Caracas o a Conatel? No es por descalificar realmente, ni de cerca esa intención, pero puede una sola persona con la cantidad de responsabilidades que tiene este señor?, por favor.

martes, 16 de junio de 2009

Hilda Gadea. La verdadera heroína?

Hilda Gadea Acosta nació el 21 de marzo de 1925 en la capital peruana y estudió economía en la UNMSM (*), desde donde ingresó a la política como dirigente estudiantil. Fue militante del APRA, cuando “el APRA no era el APRA”, cuando el partido de la estrella representaba los intereses del pueblo y no de la burguesía financiera, y luego de graduarse en 1948 fue secretaria de economía del APRA (Primera mujer en tal cargo).

Perseguido el partido aprista durante la dictadura de Manuel Odría, Hilda fue a trabajar para el gobierno de Guatemala presidido por Jacobo Arbenz, es en este país donde Hilda conocería a un médico argentino que había recorrido América Latina desde su Sureña tierra… Ese médico era Ernesto Guevara de la Serna.

Muchos dicen que fue Hilda quien creo al inmortal “Che”, otros dicen que fue su viaje por la “Mayúscula América” lo que convirtió a Guevara en el modelo de revolucionario que es, pero lo cierto es que Hilda Gadea fue quien acercó a Guevara a la vanguardia intelectual que surgía en Latinoamérica y buscaba cambios radicales.

Era 1954, y el imperialismo aún veía a Latinoamérica como su patio trasero, la CIA apoya un golpe de estado contra el legítimo gobierno guatemalteco y Gadea es detenida y luego obligada a salir del país, por lo que debe exiliarse en México donde se reencuentra con Ernesto Guevara.

Es en México donde Guevara conoce a Raúl Castro (actual presidente de Cuba), y es Hilda quien lo presenta. En 1955 se casa con el “Che”, y un año después tienen su única hija, conocida como Hildita. Guevara parte a la Revolución que lo inmortalizaría, Hilda vuelve a Lima con su hija, y con el triunfo de la Revolución se une a ella, trabajando en La Habana donde muere en 1974.


Carta a Hilda Gadea desde la Sierra Maestra.
28 de Enero de 1957

Querida vieja:

Aquí, desde la manigua cubana, vivo y sediento de sangre escribo estas encendidas líneas martianas. Como si realmente fuera un soldado (sucio y harapiento estoy, por lo menos), escribo sobre un plato de campaña con el fusil a mi lado y un nuevo aditamento entre los labios: un tabaco. La cosa fue dura. Como sabrás, después de siete días de estar hacinados como sardinas en el ya famoso Granma, desembarcamos en un manglar infecto, por culpa de los prácticos, y siguieron nuestras desventuras hasta ser sorprendidos en la también célebre Alegría y desbandados como palomas. Me hirieron en el cuello y quedé vivo nada más que por mi suerte gatuna, pues una bala de ametralladora dio en una caja de balas que llevaba en el pecho y el rebote me dio en el cuello. Caminé unos días por el monte creyéndome mal herido, pues el golpe de la bala me había dejado un buen dolor en el pecho. De los muchachos que conociste allí, sólo fue muerto Jimmy Hirtzel, asesinado por entregarse. Nosotros, en un grupo en que estaban Almeida y Ramirito, de los que conocimos, pasamos siete días de hambre y sed terribles hasta burlar el cerco, y con ayuda de los campesinos volvimos a agruparnos con Fidel. (Uno de los que se da por muerto sin confirmación es el pobre Ñico). Después de arduos problemas nos reorganizamos, nos armamos y atacamos un cuartel matando cinco soldados, hiriendo otros y haciendo algunos prisioneros. El ejército, que nos daba por disgregados, se llevó la mayúscula sorpresa, aumentó la suspensión de garantías a toda la república y por cuarenta y cinco días más nos echó encima tropa escogida; se la volvimos a disgregar y esta vez le costó tres muertos y dos heridos. Los muertos quedaron en el monte. Al poco tiempo, capturamos tres guardias quitándoles las armas. Si a todo esto se agrega que nosotros no tuvimos ninguna baja y el monte es nuestro, te podrás dar idea de la desmoralización del ejército, que nos ve escurrir como jabón entre sus manos, cuando nos cree en el buche. Naturalmente, la pelea no está totalmente ganada, falta mucha batalla, pero ya se inclina a nuestro favor: cada vez lo será más.

Ahora, hablando de ustedes, quiero saber si estás todavía en la casa a donde escribo y cómo están todos, particularmente el “pétalo más profundo del amor”. A ella me le das el abrazo y beso más fuerte que pueda competir con su armadura ósea. A los demás un abrazo y recuerdos. Con la precipitada salida dejé las cosas en casa de Pocho, entre ellas están las fotos tuyas y de la chiquita. Cuando escribas, mandámelas. Podés escribir a la casa de mi tío, a nombre del Patojo. Las cartas tardarán un poco, pero llegarán, creo.

Recibe un abrazo de
Chancho

Mi revolución

Leyendo y leyendo se encuentra uno con infinidad de recetas y contrarecetas de como hacer una revolución, que hacer para que la revolución avance y entendiendo la revolución, pero cuando quieres saber que hacer después de la revolución hay un vacio casi total. Salvo los ejemplos claro esta. Entonces me doy cuenta de que la revolución se planeo originalmente para acabar con una situación que era insoportable y que había llegado a su fin. Esto nos lleva plantear que antes de que la revolución comenzara había un plan posrevolución, díganme que si por favor.

Bueno, es ese proyecto de país o de sociedad el que no comienza, porque pareciera que vivimos haciendo revolución y no puede ser porque entonces va a aparecer otra revolución que trate de salir de la anterior buscando cumplir los objetivos que esta no cumplió, es decir, la construcción de un modelo de sociedad más justa. El hombre nuevo nace de esta nueva sociedad, no es posible esperar que la sociedad se construya después que surja el hombre nuevo. No es convencer a la gente de que el socialismo es un modo de vida más humano o mejor para la crianza de nuestros hijos es demostrarlo con hechos, con ejemplos, con obras.

Siempre he creído en lo inútil de la propaganda electoral, cuando la gente siente los efectos de un buen gobierno, por el contrario cuando se han cometido errores se hace necesario el pan y el circo. No es que no podamos cometerlos, pero reinteradamente ya es otra cosa. Creo en el Socialismo como forma de vida, creo por herencia y por vivencia, pero también creo que se construye con gente capaz no sólo convencida, con gente honesta no sólo vestida de rojo, con gente que disienta y aporte no sólo que diga no importa. La pérdida de la esperanza se transforma en resentimiento y el resentimiento en rabia y la rabia al final se transforma en otra revolución.


lunes, 15 de junio de 2009

Chilenos de segunda generación

Chilenos de segunda generación y nuestra percepción sobre el 11 de septiembre de 1973. Esta es parte de la temática de Felipe Henríquez Ordenes a casi 36 años del golpe. La vivencia política imposible dejarla de lado, pero el socialismo es una forma de vida y la vida comprende muchos otros aspectos, que porque no sean colectivos, no dejan de ser importantes. Es menester no olvidar?, como hacerlo si nuestra vida en los países que nos acogieron cambiaron radicalmente a partir de nuestra salida forzosa de Chile, como hacerlo si dejamos atrás nuestra familia directa y sólo los recuerdos lejanos y los de nuestros padres nos acercan a la patria, como hacerlo si el concepto de pertenencia es tan ajeno a nosotros como el mate, el mote con huesillos o las gotas de lluvia como agujas en invierno.

Fue algo más que la historia inmediata y posible la que se rompió ese día, fue el futuro de millones de chilenos y de sus hijos y nietos los que vieron en Pudahuel partir algo más que un avión ese día. Como volver a un Chile donde la verdadera justicia llega a cuenta gotas?, como olvidar los años de terror vividos en el extranjero pensando que los tentáculos de la DINA nos alcanzaran aun después de salir del país?.

El regreso después de tantos años, llega con la misma incertidumbre de la partida. Realmente volvemos a nuestro punto de encuentro?, las alamedas , el "completo" , el asombroso frió invernal nos son extraños ahora y aunque parezcan simples detalles, son estos los que forman nuestro viaje. Mi padre también fue víctima y yo también estoy con él, pero efectivamente el 11 de septiembre no ha terminado en nuestro país, ni en nuestras vidas don Henríquez.