lunes, 26 de marzo de 2012

Historia de un hombre ateo

Un ateo estaba paseando por un bosque, admirando todo lo que aquel “accidente de la evolución” había creado.
-¡Pero que árboles majestuosos! ¡Qué poderosos ríos! ¡Qué bellos animales! Él iba diciendo.
A medida que caminaba a lo largo del río, escuchaba un ruido en los arbustos tras de sí.
El se giró para mirar. Fue entonces cuando vio un corpulento oso pardo caminando en su dirección.
Oso Aterrado, echó a correr lo más rápido que pudo. Miró por encima del hombro y reparó en que el oso estaba demasiado cerca.
¡Aumentó la velocidad! Era tanto su miedo, que las lágrimas le vinieron a los ojos.
Fue entonces cuando tropezó y cayó desamparado.
Rodó por el suelo e intentó levantarse. …Sólo que el oso estaba ya sobre él, procurando sujetarlo con su fuerte pata izquierda y -con la otra pata- intentando agredirlo ferozmente.
En ese preciso momento, el ateo clamó: ¡Oh Dios mio !
Entonces el tiempo paró. El oso quedó sin reacción. El bosque se sumergió en silencio. Hasta el río paró de correr.
A medida que una luz clara brillaba, una voz venia del cielo diciendo: ”Tú negaste mi existencia durante todos estos años, enseñaste a otros que Yo no existía, y redujiste la creación a “un accidente cósmico”. ¿Esperas que yo te ayude a salir de ese apuro? ¿Debo yo esperar que tengas fe en mi?
El ateo miró directamente la luz y dijo: Sería, de hecho, hipócrita de mi parte pedir que, de pronto, me pases a tratar como un cristiano. Mas, tal vez… puedas volver cristiano al oso…
¡Muy bien! dijo la voz.
La luz despareció. El río volvió a correr. y los sonidos del bosque volvieron.
Y, entonces, el oso recogió las patas, hizo una pausa, bajó la cabeza y habló:
Señor, bendice este alimento que ahora voy a comer.

Citado en Tropa cósmica

domingo, 25 de marzo de 2012

Paulo Freire. Parte I

Paulo Reglus Neves Freire nació el día 19 de setiembre de 1921, en Recife, Pernambuco, una de las regiones más pobres del país, donde muy temprano pudo experimentar las dificultades de sobrevivencia de las clases populares. Trabajó inicialmente en el SESI (Servicio Social de la Industria) y en el Servicio de Extensión Cultural de la Universidad de Recife. Fue educador, profesor de escuela, creador de ideas y del llamado "método Paulo Freire" .Su filosofía educativa se expresó, primeramente, en 1958 en su tesis de concurso para la universidad de Recife, y, luego, como profesor de Historia y Filosofía de la Educación de aquella Universidad, también en sus primeras experiencias de alfabetización como la de Angicos, Rio Grande do Norte, en 1963.

El coraje de poner en práctica un auténtico trabajo de educación que identifica la alfabetización con un proceso de conscientización, formando el oprimido tanto para la adquisición de los instrumentos de lectura y escritura como para su liberación hizo de él uno de los primeros brasileños exilados. En 1969, trabajó como profesor en la Universidad de Harvard, en estrecha colaboración con numerosos grupos comprometidos en nuevas experiencias educativas en zonas rurales y urbanas. Durante los 10 años siguientes, fue Consultor Especial del Departamento de Educación del Consejo Mundial de las Iglesias, en Ginebra (Suiza). En ese período, ofreció consultora educativa para varios gobiernos del Tercer Mundo, principalmente en África.

En 1980, después de 16 años de exilio, retornó a Brasil para "reaprender" su país. Fue profesor en la Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP) y en la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP). En 1989, fue Secretario de Educación en el Municipio de São Paulo, mayor ciudad de Brasil. Durante su mandato, hizo un gran esfuerzo en la implementación de movimientos de alfabetización, de revisión curricular y se empeño en la recuperación salarial de los profesores. La metodología por él desarrollada fue utilizada en Brasil en campañas de alfabetización y, por eso, él fue acusado de subvertir el orden instituido, siendo preso después del Golpe Militar de 1964. Después de 72 días de reclusión, fue convencido a dejar el país. Primero se exilió en Chile, donde, encontrando un clima social e político favorable para el desarrollo de sus tesis, trabajó, durante 5 años en programas de educación de adultos en el Instituto Chileno para la Reforma Agraria (ICIRA). Fue ahí que escribió su principal obra: Pedagogía del oprimido.

En Paulo Freire, convivieron el sentido del humor y la indignación contra todo tipo de injusticia. En 1944, se casó con la maestra primaria Elza Maia Costa Oliveira, con quien tuvo cinco hijos. Después de la muerte de su primera esposa, se casó con Ana Maria Araújo Freire, una ex-alumna. Paulo Freire es autor de muchas obras. Entre ellas: Educación como práctica de la libertad (Educação : prática da liberdade, 1967), Pedagogía del Oprimido (Pedagogia do oprimido, 1968), Cartas a Guinea-Bissau (Cartas à Guiné-Bissau, 1975), Pedagogía de la Esperanza (Pedagogia da esperança, 1992) A la sombra de este árbol (À sombra desta mangueira, 1995). Fue reconocido mundialmente por su praxis educativa a través de numerosos homenajes. Además de haber sido adoptado su nombre por muchas instituciones es ciudadano honorario de varias ciudades en Brasil y en el exterior.

A Paulo Freire le fue otorgado el título de doctor Honoris Causa por veintisiete universidades. Por sus trabajos en el área educativa, recibió, entre otros, los siguientes premios: "Prêmio Rei Balduíno para o Desenvolvimento" (Bélgica, 1980); "Prêmio UNESCO da Educação para a Paz" (1986) e "Prêmio Andres Bello" de la Organización de los Estados Americanos, como Educador de los Continentes (1992). El día 10 de abril de 1997, lanzó su último libro, titulado "Pedagogía de la Autonomía: Saberes necesarios a la práctica educativa". Paulo Freire falleció el día 2 de mayo de 1997 en São Paulo, víctima de un infarto agudo del miocardio.


El Método Paulo Freire

Mi interés por el método Paulo Freire de alfabetización de adultos empieza a mediados de 1963. Un poco antes ya tenía conocimiento, por los noticieros de la prensa, primero, que había un método, recién elaborado, que alfabetizaba en cerca de 40 horas y, según, que esta eficiencia posibilitaba verdadera revolución en el curso da vieja batalla nacional contra el analfabetismo. En el momento no di importancia para las informaciones: pero un “milagro”, pensé, y percibí que estaba equivocado. El método de Paulo Freire era cosa realmente seria.

Mis primeros contactos con la práctica del método ocurrieron por fuerza de atribuciones, en el antiguo CRPE (Centro Regional de Pesquisas Educativas) profesor Queiroz Filho. En la época, algunos jóvenes pernambucanos, ex alumnos de Paulo Freire y mis orientados en el Seminario de Entrenamiento de Personal en Investigaciones Educacionales, al seleccionaren el objetivo de su “investigación de entrenamiento”, optaron por el estudio de una experiencia de alfabetización de adultos que estaban para ser iniciada en el conjunto habitacional Helena Maria, en el municipio paulista de Osasco. 

Era la “experiencia piloto” de alfabetización de adultos de la unión estadual de estudiantes y seria realizado mediante el empleo del método de Paulo Freire. La elección del tema no fue aleatoria. Era natural que jóvenes formados en Recife buscara acompañar el desarrollo de los trabajos realizados sobre la orientación del método elaborado por un ex profesor. Y, por otro lado, uno de estos becados, funcionario de la Secretaria de Educación del Estado de Rio Grande do Norte, actuara en el programa de alfabetización promovido por el gobierno Aluizio Alves y, aquí en Sao Paulo, se vincula al movimiento de alfabetización entonces iniciado por la Unión Estadual de Estudiantes. Acogí (tomé) la decisión del grupo y, en cuanto orientador de la “investigación de entrenamiento” fui llevado a acompañar de cerca los preparativos, de la experiencia y el desarrollo de los trabajos de alfabetización.   

En julio de este mismo año, el profesor Laerte Ramos  de Carvalho, director del CRPE, me incentivo viajar para el estado de Rio Grande do Norte, en compañía de algunos colegas de la institución, a fines de obtener informaciones sobre la campaña de alfabetización que allí se desarrollaba con la supervisión directa de Paulo Freire. Favorablemente impresionado por lo que ya pudiera conocer sobre las ideas y las actividades del educador pernambucano, el profesor Laerte creía que el método tal vez viniera a contribuir para la superación de las “tonterías” que entonces dominaba la práctica de la educación de adultos analfabetos en el país. Atendiendo las sugerencias del profesor Laerte y al interés ya despertado por los contactos iniciales con la práctica del método, estuve en Angicos, local de la primera y más importante entre las experiencias de alfabetización realizadas por el gobierno del estado de Rio Grande do Norte. 

Observé el funcionamiento de “círculos de cultura” en el barrio de las Quintas, en Natal. Charlé con funcionarios y estudiantes responsables por la conducción de los trabajos. Después, ya  en Sao Paulo, tuve la oportunidad de entrevistar el propio Paulo Freire, en una de sus pasajes por esta capital. En el segundo semestre, acompañé el desarrollo de las actividades en el conjunto habitacional Helena Maria. En 1964, coordiné los trabajos de un equipo de investigadores responsables, por la dirección del CRPE, de evaluar los resultados de una experiencia de alfabetización realizada en el municipio de Ubatuba, donde también se empleó el método de Palo Freire. Entre 1965 – 1967, acompañé los universitarios de la “operación Ubatuba” en la organización y en las actividades de MOVE (Movimiento de Educación). 

Repitiendo lo que ya he afirmado en el libro Estado y educación popular, durante todo este periodo acumulé documentos, amistades, experiencias, algunas frustraciones, y una extensa relación de preguntas. En la época, llegué a publicar algunos trabajos sobre la alfabetización y el “enseño suplementar” de adultos.Pero, nuevas y urgentes solicitaciones de la actividad docente y de investigación, en la facultad de educación y en el CRPE, con mucha frecuencia me alejaba de un estudio sistemático sobre lo que venía observando en el campo de la educación popular. A partir de la mitad de 1970 pude finalmente dedicarme  a la redacción del estudio que presenté como tesis de doctoramiento, en 1972. Debería haber sido un estudio sobre el método de Paulo Freire. Era este, además, el proyecto inicial. Contrariando estas intenciones, entre las muchas preguntas que venía formulando en los años anteriores, algunas, más generales y no elucidadas en la precaria bibliografía entonces disponible, se impusieron a la atención que había dado y de cierto modo forzaron a alteración del proyecto.  

Estas preguntas rodeaban en torno de cuestiones como: las conexiones entre la educación popular y el proceso de desarrollo; los fundamentos de la creencia generalizada en las virtualidades desarrollistas de la educación popular; las orígenes de los movimientos de educación en masa; las razones de la falta de crédito que la envolvía el “enseño suplementar” realizado en el ámbito del sistema escolar estadual; las causas del “proceso de ritual” del “enseño suplementar”; porque el método de Paulo Freire era deferente y lo explicaba su innegable capacidad de convocación de los universitarios para el trabajo educativo, etc. 

Como no podría dejar de ocurrir, teniendo en cuenta la variedad de las cuestiones allí involucradas y la escasez de trabajos a propósito del asunto, se da inicio al comienzo una investigación general y preliminar, destinada más al levantamiento de problemas para futura investigaciones que discusiones, en profundidad, de una u otra entre las muchas indagaciones relevantes en el estudio de la educación popular. Eran necesarios los orígenes y las vicisitudes de las ideas, de la legislación y de las prácticas de la educación de adultos en el ámbito de otros procesos ideológicos y jurídico-políticos más amplio. 

Desde mi punto de vista, lo que estaba investigando era apenas una introducción al estudio que pretendía realizar.Todo tiene su tiempo. Es estudio sobre el método de Paulo Freire se fue adelantado para otras oportunidades. Los años fueron pasando y solamente ahora creo estar atendiendo a los compromisos entonces asumidos  con el saudoso maestro y amigo Laerte Ramos de Carvalho y con los compañeros de aventura en la práctica de la educación popular.
Celso Rui Beisiegel

viernes, 16 de marzo de 2012

Nietzsche y Chávez

"Todo idealismo frente a la  necesidad es un engaño". Esta semana me encontré con esta frase de Nietzsche que me sitúa en varios contextos. Me voy a referir por razones de interés común al político. Pudiera personalizar también este contexto llevándolo a extremos como el apoyo  ciego a un ideal que ha significado estos 12 años  para muchos venezolanos o de uso de las banderas de izquierda en provecho propio (y buen provecho además) que han hecho otros. Pero no.

Me voy a referir a la necesidad de la gente de creer en algo o en alguien frente a una realidad que va mucho mas allá de cualquier comprensión, esa necesidad de cargar nuestra felicidad o infelicidad y endosarsela a alguien mas. En este caso la figura de Chávez da para eso y para mucho más. El caso es que ni Chávez tiene la respuesta, ni la gente tiene la suficiente madurez política para entender que el gobierno no es un todopoderoso  salvador, sino que tiene el alcance que cada uno de nosotros le da, ni mas ni menos.

Posiblemente hoy en día somos mucho mas contestarios que hace 12 años pero también y en esa misma proporción somos mas atenidos a una tabla de salvación. Si bien es cierto que existe una gran cantidad de gente pobre sin esperanzas de salir de esa situación a corto plazo ( a menos claro que la suerte intervenga para alguno) y a la cual el gobierno esta en obligación de socorrer, también es cierto que ahora esa gente tampoco trata de salir de esa situación por si sola  o de mantenerse fuera de ella una vez que el gobierno interviene. Problema cultural? lo que tu quieras. Solo que ahora menos que antes estamos cerca de un socialismo con ideología  porque la necesidad es la que manda, por lo cual se trata de acuerdo a nuestro filosofo de hoy, de un simple engaño.

    

sábado, 10 de marzo de 2012

Kony 2012

Tomado de Periodismo Digital

Les confieso que no salgo de mi asombro ante la noticia de la polémica que ha suscitado el video Kony 2012, con el que se da título a una campaña en la que se pide el arresto del fantasmagórico líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA), el grupo guerrillero que durante dos décadas sembró el terror en el Norte de Uganda (tiempo durante el cual servidor de ustedes estuvo presente allí como misionero) y desde el año 2006 mata y secuestra en remotas zonas de la República Democrática del Congo y la República Centroafricana. La campaña fue lanzada el lunes pasado por la ONG norteamericana Invisible Children (www.invisiblechildren.com). ¿Por qué tanta controversia?
Lo primero que llama la atención es la extraordinaria difusión que el vídeo ha tenido, nada menos que 52 millones de visitas en Youtube, y cientos de millones de dólares donados en muy pocos días. El poder de las redes sociales como Youtube y Twitter está extraordinario y son grandes medios para difundir una idea y apelar a los sentimientos y a la acción. Además, este vídeo ha suscitado incluso el apoyo de celebridades como Oprah Winfried, que hoy día son capaces de dirigir los pensamientos y las acciones de millones de personas. La película, desde un punto de vista técnico, tiene un gran poder de persuasión y no puede dejar indiferente a nadie que lo contemple.
Como primera reacción no puedo evitar una cierta tristeza. Yo viví en medio del horror que causó el LRA durante dos décadas y fui testigo de secuestros (Kony llegó a arrancar de manos de sus padres a unos 40.000 niños), y barbaridades sin fin como emboscadas, masacres, mutilaciones horrorosas y una desesperación sin límites. En vano intentamos durante muchos años llamar la atención de la comunidad internacional, y con medios muy pobres. Recuerdo cuántas noches en blanco pasé a mediados de los años 90 escribiendo con mi vieja Olivetti y papel carbón relatos de atrocidades y listas de niños secuestrados que después enviábamos a embajadas y a oficinas de Naciones Unidas para después encontrarnos con el silencio más absoluto. En una ocasión un amigo diputado me llevó a las oficinas de la Agencia Española de Cooperación al Desarrollo y ante mi angustiosa petición de que el gobierno español hiciera algo la número dos de la AECID me dijo que Uganda no estaba entre los países prioritarios para la cooperación española y me respondió con una escueta frase: “No podemos estar en todas partes a la vez”. Por aquellas fechas pedí a la embajada española en Nairobi (que nunca se dignó enviar a ningún diplomático para visitar aquella atormentada zona) una ayuda de unos 3.000 euros para pagar los estudios de exniños soldado y el embajador me envió un fax diciéndome que “dado el escaso volumen de relaciones entre España y Uganda” no podían ayudarnos. En el mundo de hoy la gente responde a campañas apoyadas por celebridades. ¿Hubieran sido las cosas distintas si, por ejemplo, Encarna Sánchez o Pedro Almodóvar hubieran pedido la liberación de los niños secuestrados por Kony?
Como toda realidad humana, el vídeo Kony 2012 tiene sus limitaciones, sobre todo una falta de contextualización del problema que el mismo director del filme ha reconocido. Durante los primeros 20 minutos no se aclara que la guerra en el Norte de Uganda se terminó a finales del 2006 y que ya no hay 40.000 niños secuestrados, puesto que a partir de ese año el LRA ha operado en remotas zonas del Congo y de la República Centroafricana y apenas son unos pocos cientos. Al no aclarar este extremo muchos espectadores pueden tener la errónea impresión de que el problema continúa todavía en el Norte de Uganda, cosa que no es cierta puesto que allí la situación está ahora normalizada y los dos millones de desplazados hace ya por lo menos cuatro o cinco años que volvieron a sus hogares. El vídeo omite también datos esenciales, como las causas de la guerra o el hecho de que también el ejército gubernamental ugandés cometió numerosas atrocidades contra la población. Y, por respeto a la gente, creo que hubiera sido oportuno reconocer que durante década y media la sociedad civil realizó enormes esfuerzos por la paz que condujeron a un proceso de reconciliación ejemplar y a negociaciones de paz muy arriesgadas que consiguieron que se liberara a miles de niños y mujeres en cautividad. Es lógico que en Uganda mucha gente se haya molestado y haya reforzado su percepción del norteamericano arrogante que se cree el salvador del mundo.
En cuanto a la solución propuesta, el arresto de Kony para ponerlo a disposición de la Corte Penal Internacional, está muy bien, pero no está tan claro que una intervención militar norteamericana en las selvas de la República Centroafricana sea tan fácil de poner en práctica como se presenta. Conozco a la ONG Invisible Children y tengo, en general, una buena impresión de ellos. Recuerdo muy bien cuando llegaron al Norte de Uganda en el año 2003 en una época en la que los líderes religiosos nos cansábamos de pedir atención internacional a la tragedia que vivíamos en el Norte de Uganda. Realizaron un vídeo sobre el sufrimiento de los niños en esta zona de guerra y a partir de ahí empezaron una campaña que ha ido creciendo en progresión geométrica. En años recientes he visto escuelas rehabilitadas con el dinero que han recaudado y sé que en Dungu, en la zona del Congo afectada por los ataques del LRA, llevan adelante un centro de curación de traumas para niños que han escapado de la guerrilla. No tengo ninguna duda de que esta campaña Kony 2012 la han realizado con la mejor de las voluntades pero tal vez les hubiera ayudado un poco más dejarse aconsejar y tomarse más tiempo para poner las cosas en su contexto, porque en media hora de imágenes las cosas se pueden contar bien y con suficiente claridad. Pero el dejarse dominar por la tiranía de una cultura que quiere contar mensajes en 140 caracteres e impactar con imágenes más que provocar la reflexión lleva a resultados como este, que suscitan una gran polémica. Ojalá, en medio de esta turbulencia, por lo menos el mundo occidental se dé cuenta de que durante demasiado tiempo no ha dado el mismo valor a todas las vidas humanas. Porque lo verdaderamente triste del asunto es que miles de personas en las selvas del África Central pueden morir y vivir en medio del terror mientras el resto del mundo mira para otra parte